El campeón mundial y monarca sudamericano se enfrentaron en la final soñada de la Copa Confederaciones. Un partido a la altura de las expectativas que brindó al expectador neutral un sinfín de sensaciones dignas del deporte rey.
Ya se habían visto las caras estos 2 elencos en la fase de grupos. En aquella oportunidad fue empate 1-1 con goles de Alexis Sánchez y Leon Goretzka, quizás los 2 mejores jugadores de cada plantilla. Sin embargo, el encuentro disputado esta tarde fue distinto al jugado hace un semana y media.
Control total del balón con dominio hegemónico en cada línea por parte de Chile en los primeros 20′. Los dirigidos por Juan Antonio Pizzi salieron con más empuje y fricción desde el inicio. Vidal, Vargas y Aránguiz tuvieron chances claras para anotar antes del garrafal error en salida de Marcelo Diaz que llevó al gol de Lars Stindl. La idea de juego chilena permaneció, pero mentalmente sufrieron un bajón sustancial al conceder.
Alemania, fiel a su identidad y estilo trabajado desde hace casi 15 años, capitalizaron el error y lo convirtieron en el peor fantasma para su rival. Crecieron en asociasiones y figuras como Goretzka, Werner y Draxler empezaron a ponerse el equipo al hombro. Siempre bien parados para atacar o defender, los muchachos de Joachim Low supieron jugar con el marcador a favor y dosificar energías para llegar más enteros al final del encuentro.
El empuje chileno en la recta final opacó los detalles en los que fallaron durante los 90 minutos. Terminaron encima del arco de Ter Stegen, pero sin tener mucha claridad para definir más allá de alguna jugada aislada. Toda la experiencia y buena lectura del comando técnico campeón del mundo pesó más que el colectivo bicampeón sudamericano. Chile gobernó, pero Alemania venció con el escudo.
Alineaciones:
– Alemania: Ter Stegen; Sule, Mustafi, Rudiger; Kimmich, Goretzka, Rudy, Héctor; Draxler, Werner, Stindl.
– Chile: Bravo; Isla, Medel, Jara, Beausejour; Diaz, Aránguiz, Hernández; Vidal, Sánchez, Vargas.
Goles:
– Alemania: Lars Stindl (20′).
