Eduardo Esidio: «Los clásicos son partidos muy importantes y los que más marcan» (VIDEO)

Eduardo Esidio, mítico delantero brasileño que salió tricampeón con Universitario los años 1998, 1999 y 2000, y campeón del título nacional con Alianza Lima el año de su centenario en 2001, realizó una amena charla en exclusiva por GOLPERUNOTICIAS sobre su paso por el conjunto crema y lo que significó su paso por el Perú para su carrera como deportista.

Con respecto a lo que significa el cariño de los aficionados, el brasileño fue muy claro: «Estoy feliz y contento de disfrutar del cariño de la gente en Perú. Mi familia también está disfrutando del momento. A Dios toda la gloria. Estoy contento de que se dio la oportunidad de estar acá», afirmó el exfutbolista.

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Además, Eduardo Esidio comentó cuales fueron las circunstancias para llegar a Universitario de Deportes el año 1998: «Pese a perder la categoría, mi paso por el Alcides Vigo despertó el interés de Universitario de Deportes y después estuve cerca de llegar a Juan Aurich, pero Alfredo Gonzáles fue más vivo y despierto y me hizo firmar por la ‘U’. Gracias a Dios llegué con Oswaldo Piazza. Llegué con jugadores grandes de Universitario y me recibieron muy bien para no sentir la presión. Aporté con mi entrega y profesionalismo para hacer las cosas bien», afirmó.

El cuatro veces campeón del fútbol peruano contó la experiencia de tricampeonar con el equipo crema y el gusto de enfrentar a Alianza Lima: «En el 2000 estuve todo el tiempo con Roberto Challe, formamos una familia y logramos el tricampeonatos. Los clásicos son muy importantes, son partidos que marcan más y la hinchada los conmemora».

Asimismo, el exfutbolista brasileño comentó la clave para que Universitario terminará muy bien la década de los 90: «Hicimos partidos memorables en 1998. Sporting Cristal tenía un gran equipo. Gracias a Dios pude anotar el penal decisivo para ser campeones de aquel año. Universitario tenía muy buen grupo, Oswaldo Piazza siempre daba oportunidades. Para el año 2000 el grupo ya se conocía. Nosotros los delanteros teníamos que movernos».