Paolo Guerrero y Miguel Trauco: El aporte de los peruanos al Flamengo campeón
Dos peruanos llegaron a Río de Janeiro para recomponer la desdibujada sonrisa que lucía la hinchada más numerosa e importante de todo Sudamerica, la del Flamengo. El primero llegó en mayo del 2015, después de un pésimo Brasileirao del ‘Mengao’, en el que se posicionó en la décima casilla de la tabla de posiciones. El otro, en cambio, arribó al pais limítrofe con la misión de hacer olvidar a Jorge Oliveira, un joven lateral izquierdo (21) que fue fichado por el AS Mónaco de la Ligue 1 de Francia.
Si bien de la mano de Paolo Guerrero el cuadro ‘rojinegro’ ya había alcanzado la tercera posición en la Serie A brasileña, así como el recobro del protagonismo que merece en la CONMEBOL Libertadores, hoy en día, el ‘Depredador‘ es el principal referente del equipo y el gran responsbale de que el «Fla» se alzara con el Campeonato Carioca. Tres aspectos describen su éxito: la adecuada ubicación en el frente de ataque, la capacidad de sostener la marca de hasta tres defensores a la vez y su ‘olfato’ goleador; esto, en conjunto con el buen hacer de sus compañeros, lo llevaron a convertirse en el goleador de la competición con 10 ‘dianas’, tres de las cuales las hizo entre la semifinales (ante Botafogo) y la final (frente a Fluminense)
Miguel Trauco, no obstante, no obtuvo tantas luces como el ex Corinthias; sin embargo, el rol que ejerció no deja de ser clave. Aunque inició como marcador zurdo, su prolijidad técnica -digna de imitar, por cierto- y sus buenas decisiones en ataque lo convirtieron en el reemplazante de Diego Ribas (lesionado) como el nexo entre las líneas defensivas y las ofensivas. El ex Universitario de Deportes se ha desempeñado como extremo izquierdo, volante interior o ‘enganche’. En la final ante Fluminense no cumplió un rendimiento destacado, pero sí demostró, como previamente lo había hecho, las cualidades que tiene.
Dos seleccionados nacionales que lo único que han hecho ha sido llevar a niveles desconocidos su profesionalismo. El darse íntegro en los entrenamientos, una adecuada alimentación y el descanso han sido sus pilares. Hoy son campeones en tierras brasileñas. Mañana podrían serlo en el fútbol de élite.