Champions League: Real Madrid venció por penales al Manchester City y es el último semifinalista
Antonio Rüdiger fue el encargado de cerrar la tanda de penales y el conjunto español entró entre los 4 mejor del campeonato europeo.
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Tras la igualdad en el tiempo regular, Real Madrid venció en la tanda de penales (4-3) al Manchester City y clasificó a las semifinales de la Champions League. El conjunto madrileño clasificó por cuarta vez consecutiva a dichas instancias del torneo europeo más importante a nivel mundial, 3 de ellas al mando de Carlo Ancelotti.
El equipo inglés mantiene su positiva racha de 6 años sin perder en el Etihad Stadium por competición europea, sin embargo su participación fue interrumpida y le quitaron la posibilidad de ser bicampeón en la actual temporada. El primer golpe de la noche fue temprano ―a los 12 minutos― gracias a Rodrygo.
El conjunto blanco registró un total de 8 remates en los 120 minutos de juego, en contraste con los 33 intentos de los ‘citizens’ de cara al arco, algo que llegó a su punto extremo en la segunda parte del encuentro, en el cual los dirigidos por Pep Guardiola tuvieron 15 (5 directos), mientras que Rodrygo fue el único capaz de intentarlo para la visita.
En pocas palabras, los últimos 45 minutos fueron de un hostigamiento total en el área de Andriy Lunin. Con una titularidad que nadie esperaba a inicios de la temporada, sus 8 atajadas de hoy ―que incluyen 2 de los penaltis― hicieron fundamental al guardameta ucraniano.
Así como City tuvo mérito por haber sometido a su rival, Real Madrid también tuvo la virtud de saber esperar y aguantar.
A poco de completar los 120′, Guardiola, pensando quizá más en el triunfo antes que en los penales, sacó a De Bruyne y Akanji para el ingreso de John Stones ―inesperadamente en el banquillo― y Mateo Kovacić ―quien precisamente falló el tercer penal; sin embargo, ambos equipos demostraban cansancio en el útimo tramo.
Los penales llegaron y también lo hizo Lunin directamente a la historia del Real Madrid. Sus 2 atajadas pusieron a los españoles al lugar acostumbrado y está ―una vez más― muy cerca a la gloria máxima.
