La mente: El “gimnasio” invisible del alto rendimiento

Carolina Salvatore, comentarista de GOLPERU, nos comparte su opinión sobre el recurso más importante y participativo de los futbolistas que no se puede percibir a simple vista.

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En un fútbol cada vez más competitivo, la psicología deportiva es una de las claves más importantes para conseguir objetivos, sobre todo cuando hablamos de deportistas que tienen alto rendimiento, mucha exigencia en competición y se deben medir a rivales de igual valía. La cabeza es quien termina cumpliendo un rol fundamental en las victorias: ante la misma capacidad e igual nivel deportivo, es la psicología aplicada al jugador y al equipo en general que puede ayudar a conseguir esa diferencia que permitirá alcanzar el objetivo.

Si bien el trabajo puede ser a nivel grupal, lo individual es fundamental para aquellas cuestiones vinculadas a objetivos personales en función de un mejor rendimiento del equipo.  Permite trabajar, por ejemplo, situaciones que puedan generar mayor estrés a los futbolistas como puede ser una final, el debut profesional, partidos que determinan la categoría, la denominada popularmente “sequía de goles” por la que puede atravesar un jugador, recuperarse de lesiones o por citar otro ejemplo, no ser tomado en cuenta para la titularidad.

El caso de Fabrizio Roca en Sport Boys

Ese último caso podría ser el de Fabrizio Roca, delantero del club porteño que incluso tuvo oportunidad de ser seleccionado este año por Juan Reynoso en la Selección Peruana. A finales de la temporada pasada y casi por la necesidad imperiosa del cuadro rosado ante la renuncia intempestiva de Mauro Guevgueozian y la salida de Alexis Blanco, sus dos goleadores, fue el propio Fabrizio quien asumió el compromiso de los goles. Cuando muchos esperaban que las condiciones no sean las mejores, por la presión que implicaba el momento de Boys, el jugador asumió con goles y talento. Pero esta temporada y con la llegada del profesor Fernando Gamboa, fue reemplazado en la titularidad por Nicolás Contín.

En una entrevista, Roca contó que la situación fue un paso difícil en su carrera porque a ningún futbolista le gusta volver a sentarse en la banca después de ser titular pero que trabajó con un psicólogo deportivo para sobrellevar ese momento sin que lo afectara en su rendimiento profesional. En aquel momento confesó que el acompañamiento de un profesional le permitió ofrecer su mayor explosión futbolista en los minutos que le tocara jugar, aunque sean 5, 10 a un partido completo. Roca terminó jugando la temporada como titular y con algunas convocatorias a la selección.

Steven Rivadeneyra y la presión en su paso por Alianza Lima

Otro jugador que comentó en algún momento su experiencia con un psicólogo deportivo personal fue Steven Rivadeneyra, reconociendo que el fútbol es una profesión que genera una montaña rusa de emociones  cada fin de semana y con ella, situaciones que afectan muchas veces la autoconfianza. Algo que en la posición de portero que él ocupa, lo expuso más durante la campaña en Alianza, según contó en una entrevista al medio INFOBAE. Por ende, una cabeza fuerte es la única forma de seguir adelante aún en la adversidad y entendiendo que una lesión o un mal resultado son ‘parte de’ y hay que aprender a superarlo con inteligencia. Mucho más en tiempos modernos de redes sociales y extremada exposición que lleva a hinchas, propios y ajenos, a comentar desde el anonimato, generando un carga montón que se proyecta en las emociones de los deportistas en la mayoría de los casos.

La psicología deportiva en el fútbol  no sólo se trabaja individualmente, aunque según especialistas lo mejor es hacer ese desarrollo personal que posteriormente generará un cambio positivo en su versión colectiva. Según el momento y las circunstancias que atraviese el grupo, el psicólogo trabajara con actividades que vinculen al equipo y por otra parte con el comando técnico. Vale aclarar que las nuevas generaciones de DT son los que cada vez más, deciden estudiar alguna maestría en coaching y psicología deportiva para contar con este tipo de habilidades a la hora de hablar o tomar decisiones en un vestuario o durante la competición.

Hasta hace muy poco tiempo, el trabajo del psicólogo deportivo en Perú era subestimado. Actualmente la mayoría de los clubes de primera división ya cuentan con profesionales propios o llevados por los comandos técnicos. Ese fue el caso de Melgar de Arequipa en la campaña que emprendió el estratega Néstor Lorenzo, actual técnico de la selección de Colombia.

En su segundo año a cargo del equipo arequipeño, trabajó con los psicólogos del club pero sumó la experiencia de Marcelo Roffe, un reconocido profesional argentino que trabajó de manera individual con los jugadores y sobre todo con aquellos líderes naturales del grupo. Algo que acompañó un proceso exitoso hasta la salida de Lorenzo, alcanzando objetivos tanto en la Liga como en la Copa Sudamericana. La injerencia de la psicología deportiva durante ese período en Melgar fue muy reconocida por los propios futbolistas quienes hacían hincapié en los cambios positivos que habían logrado gracias a ello.

La mente se entrena, tal cual una práctica deportiva. Es un “gimnasio” complejo que carga con experiencia pasadas, creencias, inseguridades. Probablemente es de los trabajos más complejos que pueden tener un ser humano en general y un deportista de alto rendimiento en particular. Pero el impacto del psicólogo deportivo genera cambios increíbles. Aun queda mucho camino por recorrer en cuanto a su aplicación en el Perú donde probablemente no es considerado con el verdadero valor que tiene, pero poco a poco esa tendencia que marca la diferencia entre los mejores equipos y selecciones del mundo está comenzando a pisar fuerte en nuestro fútbol.