Lo que nos dejó la fecha 14 de la Serie A

El último fin de semana se jugó un ‘partidazo’ en Italia, un compromiso de altísimo nivel entre Napoli e Inter donde habían muchas cosas en juego por el momento deportivo de ambas escuadras.

TAMBIÉN LEE: El camino de Universitario rumbo a su Título Nacional

Los antecedentes registran que de los últimos diez enfrentamientos Napoli solamente pudo derrotar al ‘neroazzurro’ en dos oportunidades, pero hay que señalar que a Inter siempre le había costado ganar en el estadio Diego Maradona. La última vez fue hace casi cuatro años cuando lo hizo con doblete de Romelu Lukaku y el tanto de Lautaro Martínez. Había descontado Arkadiusz Milik para el elenco del sur de Italia.

El compromiso empezó con todo. Con mucha intensidad y vértigo. Con un Napoli decidido atacar por todos lados ante un Inter que planteó muy bien el partido. Lo hizo con un sistema de tres defensores, cinco volantes y dos delanteros.

El protagonismo del partido lo tuvo el equipo local con un alto porcentaje de la posesión del balón y con un juego directo con la idea de tener profundidad en ataque. Khvicha Kvaratskhelia buscaba ganar constantemente los duelos individuales por el sector izquierdo. Por su parte, Matteo Politano generaba desequilibrio como extremo por derecha pero sobre todo con sus remates de larga distancia que convertían a Yann Sommer en un valor destacado del elenco de Simone Inzaghi.

En el futbol los merecimientos no existen. No importa así tengas el control del juego o te estés desarrollando mejor que tu adversario como lo hacía Napoli hasta dicho momento del cotejo. Cuando parecía que se iban al descanso con un empate sin goles, apareció Hakan Calhanoglu con un soberbio remate al borde del área para romper la paridad y silenciar el estadio Diego Armando Maradona.

Para la segunda mitad, el trámite del compromiso no cambió en absoluto. Napoli arriesgaba todo, pero que no encontraba soluciones. Su delantero estrella, Víctor Osimhen, se mostraba cada vez más peligroso e incisivo en ofensiva en busca de vencer la portería rival.

Hasta que llegó el minuto sesenta y uno para que Lautaro Martínez se acomode fuera del área por el sector izquierdo y asista a Nicolo Barella, quien se llevó a dos rivales y facturó de gran manera. De esta manera, ampliaba el marcador y prácticamente aseguraba la victoria.

Napoli no encontraba respuestas futbolísticas mucho menos argumentos para dar pelea en el partido. El tiempo jugaba en contra frente a un rival cada vez más firme y determinante en su juego. Por eso, Marcus Thuram consigue el tercer y definitivo gol en la parte final.

Un resultado categórico desde todo punto de vista, un triunfo inolvidable para Inter que lo mantiene como líder de la Serie A mientras que para Napoli es un duro golpe, una derrota que le sirve de lección de cara al futuro y que lo puede marcar si pretende aún soñar con un nuevo título de la liga italiana, una de las más hermosas y competitivas del mundo.